viernes, 16 de mayo de 2008

El amor es un sentimiento espontáneo y natural


Nadie puede imponerlo por la fuerza, ni por la fuerza decretar su desaparición. Tan evidente es la fuerza del amor como imposible que exista a la fuerza. Su componente emotivo, al igual que en los demás sentimientos, hace que éste surja y desaparezca espontáneamente.

Ocurre con frecuencia que alguien exige por las bravas y con tozudez ser amado, sencillamente porque asi lo decide, aduciendo como razón que quiere a la otra persona "con locura". También los padres, a veces, se oponen al amor que su hijo muestra por una chica, sólo porque a ellos no les gusta:" Te prohibimos que ames a esa chica!" El cerrilismo de tal expresión resulta jocosamente insensato.

El amor surge de forma libre y natural, no admite imperativos de ningún tipo. Tan incoherente y estúpido se muestra quien prohibe un amor como quien exige por la fuerza ser amado, porque todo amor es hijo de la libertad interior y de la espontaneidad. Phil Bosman afirma que "sólo en el amor eres libre", reconociendo que ninguna decisión, ningún acto humano, es más intimo, personal e intransferible. Por eso decía hace unos instantes que amamos con todo nuestro ser, porque nada queda en nosotros indiferente: ama nuestra mente, nuestro pensamiento, nuestra inteligencia y voluntad, todas nuestras potencias, y ama nuestro cuerpo con cada uno de los sentidos.

Los corazones rotos duran tanto como uno desea y cortan tan profundamente como los dejas continuar. El desafío no es como sobrevivir a un corazón roto, sino aprender de ello.

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